Estudiar anatomía y fisiología animal es descubrir el lenguaje secreto con el que la vida organiza su complejidad; es entender cómo cada órgano y sistema colaboran en perfecta armonía para dar forma al milagro del movimiento, la percepción y la supervivencia.
Estudiar biología animal es descubrir el lenguaje oculto de la vida; comprenderlo es la clave para sanar, proteger y convivir con los seres que comparten nuestro mundo.